Personal menu
Búsqueda
No tienes artículos en tu carrito de compras.

Tomo 6 - La Vida y el Diario de David Brainerd

Johathan Edwards
Editorial: Mundo Biblia
Sku: 9788417521721

Heraldo a los nativos americanos, muchos consideran al joven y apasionado David Brainerd como uno de los misioneros más importantes e influyentes de la historia del cristianismo. Esta influencia es debida a que este diario personal, editado y publicado por Jonathan Edwards, fue uno de los catalizadores del movimiento misionero moderno. David Brainerd ha pasado a ser un pilar fundamental en la historia de la Iglesia, no por su osadía, su elocuencia, su eficacia como misionero, sus métodos evangelísticos, su salud física, su contextualización a su campo misionero, la longevidad de su carrera, ni incluso por sus frutos. De hecho, se podría afirmar que no sobresalió demasiado en ninguna de estas virtudes; no introdujo ninguna práctica revolucionaria a los métodos misioneros de su época, no llegó a aprender el idioma de los nativos americanos, a lo largo de su vida tuvo que batallar con depresiones muy profundas y con varios tipos de enfermedades, su carrera misionera acabó repentinamente tras menos de cuatro años en el campo, y aunque llegó a ver fruto, sus números no fueron muy distintos a los de sus compañeros o predecesores. David Brainerd es el claro ejemplo de la verdad bíblica que Dios escogió lo necio, débil, vil y menospreciado de este mundo para avergonzar a los sabios y fuertes a fin de que nadie se jacte en su presencia (1 Corintios 1:26-29). Dios escogió a un David Brainerd que era huérfano, que fue expulsado de la prestigiosa universidad cristiana de Yale, sin estudios y extremadamente débil física y emocionalmente no solamente para llevarle el Evangelio a las tribus nativas americanas no alcanzadas, sino también para catalizar un movimiento misionero que acabaría cambiando el mundo. Uno de los mayores frutos de su vida fue un fruto que él no llegó a ver. Aunque sí que es verdad que decenas de almas nativas americanas hoy pueden estar celebrando a Dios en perfecto gozo gracias a la vida de Brainerd, otro fruto incalculable fue el impresionante legado

CRC10,900.00
increase decrease
Disponibilidad: 2 Disponible
Ship to
*
*
Shipping Method
Name
Estimated Delivery
Price
No shipping options

Heraldo a los nativos americanos, muchos consideran al joven y apasionado David Brainerd como uno de los misioneros más importantes e influyentes de la historia del cristianismo. Esta influencia es debida a que este diario personal, editado y publicado por Jonathan Edwards, fue uno de los catalizadores del movimiento misionero moderno. David Brainerd ha pasado a ser un pilar fundamental en la historia de la Iglesia, no por su osadía, su elocuencia, su eficacia como misionero, sus métodos evangelísticos, su salud física, su contextualización a su campo misionero, la longevidad de su carrera, ni incluso por sus frutos. De hecho, se podría afirmar que no sobresalió demasiado en ninguna de estas virtudes; no introdujo ninguna práctica revolucionaria a los métodos misioneros de su época, no llegó a aprender el idioma de los nativos americanos, a lo largo de su vida tuvo que batallar con depresiones muy profundas y con varios tipos de enfermedades, su carrera misionera acabó repentinamente tras menos de cuatro años en el campo, y aunque llegó a ver fruto, sus números no fueron muy distintos a los de sus compañeros o predecesores. David Brainerd es el claro ejemplo de la verdad bíblica que Dios escogió lo necio, débil, vil y menospreciado de este mundo para avergonzar a los sabios y fuertes a fin de que nadie se jacte en su presencia (1 Corintios 1:26-29). Dios escogió a un David Brainerd que era huérfano, que fue expulsado de la prestigiosa universidad cristiana de Yale, sin estudios y extremadamente débil física y emocionalmente no solamente para llevarle el Evangelio a las tribus nativas americanas no alcanzadas, sino también para catalizar un movimiento misionero que acabaría cambiando el mundo. Uno de los mayores frutos de su vida fue un fruto que él no llegó a ver. Aunque sí que es verdad que decenas de almas nativas americanas hoy pueden estar celebrando a Dios en perfecto gozo gracias a la vida de Brainerd, otro fruto incalculable fue el impresionante legado

  • Solo los usuarios registrados pueden escribir comentarios
*
*
Malo
Excelente
*
*
*