Las páginas de los Evangelios pintan los tropiezos de Pedro de colores más vívidos que los de cualquier otro personaje bíblico. Pero también muestran el lento proceso por el que la gracia de Jesús transforma a personas tan comunes y corrientes como nosotros. La vida de Pedro sirve como una «ventana» por medio de la cual podamos volver a contemplar, apreciar y abrazar la gloria de la gracia de Jesucristo.
El autor se esfuerza por no presentar a Pedro como «ejemplo», ni para imitar ni tampoco para denigrar, sino más bien para mirar a Cristo por medio de las «ventanas» que ofrece la vida de Pedro. En palabras del autor: «El deseo irresistible que dio a luz a este libro es mi propia intención de seguir creciendo en la gracia y el conocimiento de Jesucristo, hasta mi último respiro en esta tierra, [durante este peregrinaje en el que] somos llamados a vivir como piedras vivas».
Incluye preguntas de reflexión.